Educación, Liceos y Medios
Por: Darío Valle Risoto
Esta semana la nota preponderante en los medios de comunicación del Uruguay aparte del tema de la votación en torno a los derechos humanos, ha sido la serie de eventos en torno a la directora del Liceo Bauzá en tanto se difundió un video donde ella discute en forma bastante prepotente con los alumnos.
No he visto el video pero si escuché el audio y más allá del contexto en que se grabaron las imágenes donde no sería extraño que se le haya preparado una trampa a la directora para sacarla fuera de si, es innegable que esto es solo un suceso dentro del paulatino derrumbe del sistema educativo uruguayo.
Hace ya décadas que la educación en el Uruguay va en una irremediable bajada si los diferentes autores no actúan con sentido común, desde luego que la razón de fondo de esta situación es que los ricos estudian donde pueden pagar y los pobres son hacinados en locales muy deteriorados, reciben una educación de segunda o de tercera donde el nivel docente y toda la sociedad coopera de una forma o de otra para que generemos continuas generaciones de limitados intelectuales. Esa es la situación que comenzó aún antes de la dictadura pero en los últimos años está llegando a niveles donde su peor síntoma: la violencia se hace eco diario en la mayoría de los liceos.
El entorno social no ayuda en lo más mínimo y mucho menos una clase política donde la mayoría son unos energúmenos que lo mejor que tienen es darnos discursos de una posible guerra con la Argentina defendiendo a Botnia o se preocupan de establecer si los uruguayos podrán ver el futbol por televisión abierta o no. Tampoco puedo dejar en el olvido que se gastaron hace pocos días un millón y medio de dólares para un festival mientras aún la mayoría de los locales de escuelas y liceos tienen graves carencias edilicias.
Sumémosle a esto el continuo y paulatino deterioro en los más básicos valores de nuestros semejantes en tanto todo gira alrededor del dinero y la acumulación de esté, la pornografía barata y el acceso a lo último en celulares, televisiones plasma o el insulto de moda en absolutamente todos los medios de comunicación.
Los niños salen de la escuela casi sin saber hablar correctamente y leen como verdaderos animales, lo peor es que algunos, muy pocos terminan el segundo ciclo lineal llamado Bachillerato con una formación muy fragmentada donde tiene cuota parte de la culpa que nunca hubo programas coherentes y mucho menos una correcta orientación vocacional que debería haber nacido ya desde los primeros años de secundaria.
No me quiero extender a los estudios terciarios porque hace poco un estudio rebeló que muchos de los que entraban a la facultad de Ingeniería tenían serios problemas para interpretar una lectura básica. Probablemente, eso sí, puedan resolver una ecuación de segundo grado.
El caso del Liceo Bauzá no es un hecho aislado y solo salió a la palestra porque una directora equivocada o no ha dado la cara a la opinión pública intentando tal vez cambiar esta situación que se vuelve insostenible. No podemos aceptar como sociedad que sigan yendo pibes borrachos o drogados a clase, que se mire con simpatía las transgresiones del insulto y la burla y que la formación intelectual sea tomada como un defecto en lugar de lo que debería ser: Algo digno de admiración.
En definitiva, cada sociedad tiene lo que se merece y eso no se soluciona solo votando cada cuatro años. Creo que va siendo hora de repensar el tema del uniforme lineal y de que los diferentes integrantes de los medios de comunicación asuman su cuota de responsabilidad porque como líderes de opinión no puedo aceptar a tipos como por ejemplo: Petinatti o Ignacio Álvarez que desde sus respectivos programas siguen fomentado la estupidez que ellos creen es humor.
PD: Aclaro que el tema del uniforme liceal tiene puntual importancia para generar en los alumnos la identificación con su rol y también filtra de alguna manera uno de los más graves problemas en los liceos públicos que es la asistencia de gente ajena a los mismos. El tema de la vigilancia policial se podría subsanar con una mayor presencia de los integrantes de los gremios estudiantiles en las puertas de los institutos.
Por: Darío Valle Risoto
Esta semana la nota preponderante en los medios de comunicación del Uruguay aparte del tema de la votación en torno a los derechos humanos, ha sido la serie de eventos en torno a la directora del Liceo Bauzá en tanto se difundió un video donde ella discute en forma bastante prepotente con los alumnos.
No he visto el video pero si escuché el audio y más allá del contexto en que se grabaron las imágenes donde no sería extraño que se le haya preparado una trampa a la directora para sacarla fuera de si, es innegable que esto es solo un suceso dentro del paulatino derrumbe del sistema educativo uruguayo.
Hace ya décadas que la educación en el Uruguay va en una irremediable bajada si los diferentes autores no actúan con sentido común, desde luego que la razón de fondo de esta situación es que los ricos estudian donde pueden pagar y los pobres son hacinados en locales muy deteriorados, reciben una educación de segunda o de tercera donde el nivel docente y toda la sociedad coopera de una forma o de otra para que generemos continuas generaciones de limitados intelectuales. Esa es la situación que comenzó aún antes de la dictadura pero en los últimos años está llegando a niveles donde su peor síntoma: la violencia se hace eco diario en la mayoría de los liceos.
El entorno social no ayuda en lo más mínimo y mucho menos una clase política donde la mayoría son unos energúmenos que lo mejor que tienen es darnos discursos de una posible guerra con la Argentina defendiendo a Botnia o se preocupan de establecer si los uruguayos podrán ver el futbol por televisión abierta o no. Tampoco puedo dejar en el olvido que se gastaron hace pocos días un millón y medio de dólares para un festival mientras aún la mayoría de los locales de escuelas y liceos tienen graves carencias edilicias.
Sumémosle a esto el continuo y paulatino deterioro en los más básicos valores de nuestros semejantes en tanto todo gira alrededor del dinero y la acumulación de esté, la pornografía barata y el acceso a lo último en celulares, televisiones plasma o el insulto de moda en absolutamente todos los medios de comunicación.
Los niños salen de la escuela casi sin saber hablar correctamente y leen como verdaderos animales, lo peor es que algunos, muy pocos terminan el segundo ciclo lineal llamado Bachillerato con una formación muy fragmentada donde tiene cuota parte de la culpa que nunca hubo programas coherentes y mucho menos una correcta orientación vocacional que debería haber nacido ya desde los primeros años de secundaria.
No me quiero extender a los estudios terciarios porque hace poco un estudio rebeló que muchos de los que entraban a la facultad de Ingeniería tenían serios problemas para interpretar una lectura básica. Probablemente, eso sí, puedan resolver una ecuación de segundo grado.
El caso del Liceo Bauzá no es un hecho aislado y solo salió a la palestra porque una directora equivocada o no ha dado la cara a la opinión pública intentando tal vez cambiar esta situación que se vuelve insostenible. No podemos aceptar como sociedad que sigan yendo pibes borrachos o drogados a clase, que se mire con simpatía las transgresiones del insulto y la burla y que la formación intelectual sea tomada como un defecto en lugar de lo que debería ser: Algo digno de admiración.
En definitiva, cada sociedad tiene lo que se merece y eso no se soluciona solo votando cada cuatro años. Creo que va siendo hora de repensar el tema del uniforme lineal y de que los diferentes integrantes de los medios de comunicación asuman su cuota de responsabilidad porque como líderes de opinión no puedo aceptar a tipos como por ejemplo: Petinatti o Ignacio Álvarez que desde sus respectivos programas siguen fomentado la estupidez que ellos creen es humor.
PD: Aclaro que el tema del uniforme liceal tiene puntual importancia para generar en los alumnos la identificación con su rol y también filtra de alguna manera uno de los más graves problemas en los liceos públicos que es la asistencia de gente ajena a los mismos. El tema de la vigilancia policial se podría subsanar con una mayor presencia de los integrantes de los gremios estudiantiles en las puertas de los institutos.
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