Voy caminando por la calle y a lo lejos, te veo. Una mirada rápida y puedo ver que eres una de las mujeres mas bellas que he tenido la oportunidad de encontrar en mi corta (y a veces larga) vida. Eres alta y esbelta, no tan alta como yo pero definitivamente mas alta que la mujer promedio del Distrito Federal. Tu cabello largo y lacio es de un color rubio intenso, me sorprende eres rubia natural lo cual me dice que tus genes pueden no ser 100% mexicanos. Examino luego tu hermosa cara. Tus ojos son de color verde, me parecen lagunas profundas en las que quisiera sumergirme. Tu nariz es fina como de estatua griega, si a esta la esculpió un maestro, la tuya ha sido esculpida por la gracia de los genes de tus padres. Tus labios son rosados y no necesitan de maquillaje para hacerlos resaltar, pues ya lo hacen como un claro de luz en un bosque inmenso.
Mi mirada a la distancia examina tu cuerpo, tu piel es blanca no como la leche pero definitivamente clara como la de una persona anglosajona. Miro tu torso e irremediablemente mis ojos se fijan en tus senos, son del tamaño perfecto ni muy grandes ni muy pequeños, continuo bajando mi mirada para no parecer un pervertido y noto tu vientre plano. Rápidamente mi mente juzga: o haces ejercicio y cuidas la dieta o definitivamente fuiste bendecida con una genética como la de Afrodita. Tu torso va envuelto en un top blanco sin mangas con lineas horizontales azules, gracias a Dios por el maldito calor. Continuo bajando mi mirada y mientras caminas tu top deja entrever una pequeña perforación en el ombligo. Atrevida me pareces. Continuo bajando mi mirada y la fijo en tu pelvis, tus caderas, sin verte por detrás me parecen generosas y no parecen tener ni un gramo de mas de tejido adiposo bajo su piel.
Continua el recorrido de mi mirada hacia abajo y la fijo en tus largas piernas, las has forrado con una bermuda de mezclilla que te queda ajustada dejando ver la redondez de tus caderas y la perfección de tus largas piernas.
Caminas con decisión, con confianza y hasta me atrevería a decir que lo haces con arrogancia. Te sabes guapa y atractiva, y sientes que no te merece ni el suelo que pisas. Cada paso que das lo haces con firmeza ni una pizca de inseguridad por llevar huaraches en tus pies. Para mi eres perfecta y te siento inalcanzable, es la primera vez que te veo y ya he experimentado una gran atracción hacia ti. Es cierto lo que dicen, no existe el amor a primera vista sin embargo si existe la atracción a primera vista. A pesar de que me siento atraído hacia ti soy realista y bajo mis expectativas, mi mente trabaja a marchas forzadas para hacer algo que te haga voltear hacia mi y que por lo menos notes que existo.
Nos acercamos y yo disimulo ver el horizonte, de pronto y como por arte de magia volteas en mi dirección. Mi realismo me dice que siga de largo, mi romanticismo me dice que voltee a verte. Y así lo hago.
Nuestras miradas se encuentran y por un momento me siento tan asustado como un ratón mirando la hipnotizante mirada de una serpiente. Pero no me acobardo y aguanto tu indiferente mirada hacia mi. He visto tus ojos el izquierdo lanza una mirada irascible, mientras que el derecho lanza una mirada mas amable, así que fijo mis ojos en tu ojo derecho. De pronto tu mirada se ha vuelto mas suave la cual ya no me cuesta trabajo mantener. Tu expresión al principio es un enorme despliegue de confianza pero mientras el tiempo pasa cambia hasta tener un dejo de sorpresa.
Supongo que piensas: "¿Quién es este que se atreve a mirarme a los ojos? Mi mirada no lo intimida y si retiro ahora mi mirada ¿me haría ver débil o sin confianza?"
Así que nos seguimos mirando, esta vez tu expresión pasa de la sorpresa a la curiosidad, y de la curiosidad al placer. Presiento que te gusta que te vea y que mantenga mi mirada fija solamente en tus ojos. Te he juzgado mal antes creía que eras una niña malcriada, ahora gracias a tus ojos veo la tierna mujer esperando a ser descubierta en tu interior.
Cada vez estamos mas cerca y de pronto tu mirada se desvía como si acabaras de cometer alguna travesura, te sonrojas y vuelves a mirarme, esta vez con una mirada llena de tierna seducción, y tus labios sonrosados se curvan hacia arriba para regalarme una sonrisa. Me tomas desprevenido, eso no lo esperaba y torpemente en mis labios se dibuja una sonrisa para corresponder a la tuya.
Ahora nos encontramos a escasos dos metros pero seguimos avanzando, no nos detenemos y cuando estamos a punto de pasar de largo me dices:"Hola" como si me conocieras de largo tiempo atrás. "Hola" te respondo yo.
Hemos pasado de largo cada uno sigue con su camino y a pesar de que deseo mucho voltear a verla, me abstengo de hacerlo. En lugar de voltear aspiro el dulce y delicioso aroma que ha dejado a su paso. Lucho por asociarlo a las imágenes mentales que he guardado de ella.
Lo consigo.
Ahora cada vez que me pregunten si la mujer perfecta existe, puedo decir que si. Puedo describirte de pies a cabeza, puedo describir tu mirada y puedo describir tu aroma.
Tu recuerdo se ha quedado tatuado en mi mente y conforme los días pasan, ansió verte de nuevo esta vez me prometo a mi mismo que la próxima vez intercambiaremos algo mas que la profundidad de nuestras almas.
Aquí empieza una serie de relatos que tiene que ver con la mujeres que existen en mi vida. No cualquier mujer, las que han conseguido mover mi mundo y aquellas con las que es posible iniciar una relación.
Por último agrego que estas entradas serán archivadas en "Ceux Qui Possèdent Mon Coeur Creux", esto es francés para "Aquellas que poseen mi vació corazón". En Un Instant es francés para "en un instante" y "Contact Avec Les Yeux es francés para "contacto con los ojos".
No comments:
Post a Comment